Deportaciones, aranceles a remesas y separación familiar: las políticas de Trump que impactarán a Guatemala.
El día de hoy se llevó a cabo la toma de posesión del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump. Ha dejado claro durante su campaña y su tiempo en el poder que sus políticas migratorias serán estrictas. Para los migrantes indocumentados, especialmente los guatemaltecos, sus promesas pueden significar un escenario complicado y de consecuencias devastadoras. Sin embargo, lo que muchos no han considerado es que las repercusiones de estas políticas no solo afectarán a los connacionales que residen en EE. UU., sino que también tendrán un impacto directo en Guatemala.
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— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) January 20, 2025
Deportaciones masivas y el incremento del desempleo en Guatemala
Una de las promesas más controvertidas de Trump durante su campaña fue la deportación masiva de migrantes indocumentados. Si se cumple este plan, los guatemaltecos en situación irregular se verían obligados a regresar a su país, lo que generaría un aumento en el desempleo. Según Fernando Castro, analista independiente en temas migratorios, la deportación masiva afectaría directamente la economía local, ya que los deportados son en su mayoría quienes envían remesas a sus familias en Guatemala.
En 2024, el país recibió más de 21 mil millones de dólares en remesas, una fuente clave de ingresos para millones de familias guatemaltecas. La deportación de aquellos que envían estos recursos tendría un impacto severo en la economía de muchas familias que dependen de ellos para subsistir.
El impacto de los aranceles a las remesas
Además de las deportaciones, Trump ha amenazado con imponer aranceles a las remesas enviadas por los migrantes guatemaltecos. Esto podría afectar aún más la economía local, que depende en gran medida de este flujo de dinero. Según las cifras de la balanza cambiaria, las remesas representaron el 13% del Producto Interno Bruto (PIB) de Guatemala en 2024, un incremento significativo respecto al año anterior.
Fernando Castro advierte que esta medida podría ser devastadora para el país, considerando que una parte considerable de la población guatemalteca depende directamente de estos fondos para cubrir sus necesidades básicas. La implementación de impuestos sobre las remesas reduciría el poder adquisitivo de las familias y podría generar una crisis económica en muchas regiones del país.
La separación familiar: un riesgo para los menores de edad
Otra de las promesas de Trump ha sido la separación de familias en caso de deportaciones. En este contexto, los menores de edad cuyos padres sean deportados podrían enfrentarse a un destino incierto. Luis Felipe Polo, internacionalista, explicó que, aunque la expulsión de los hijos de los migrantes indocumentados sería inconstitucional en EE. UU., el proceso podría generar una separación forzada de las familias, dejando a muchos niños en situación de vulnerabilidad.
El temor es que los menores, si no tienen un familiar dispuesto a reclamar su custodia, puedan ser enviados a orfanatos o entrar en un proceso de adopción. En este escenario, los daños psicológicos y emocionales para los niños serían irreparables.
El panorama para los retornados
Según las autoridades guatemaltecas, 2024 cerró con un récord de más de 61 mil guatemaltecos deportados desde Estados Unidos. Estos retornados reciben atención básica a su llegada, que incluye salud, alojamiento y transporte. Sin embargo, analistas coinciden en que, si el ritmo de deportaciones aumenta, el país necesitaría un plan más robusto para la reintegración laboral de los retornados.
El presidente de Guatemala, Bernardo Arévalo, ha anunciado el plan “Retorno al Hogar”, con el objetivo de facilitar la reintegración de los migrantes deportados, pero los expertos consideran que el país debe prepararse para un aumento en la demanda de empleo y servicios.
Una respuesta regional a las políticas de Trump
Roberto Wagner, experto en relaciones internacionales, señaló que la respuesta ante las políticas de Trump debe ser regional. Los gobiernos centroamericanos, especialmente los de Guatemala, El Salvador y Honduras, deberán coordinar esfuerzos y estrategias para enfrentar las posibles consecuencias de las deportaciones y la imposición de aranceles a las remesas.
La clave estará en la capacidad de los cancilleres centroamericanos para llegar a acuerdos y mitigar los efectos negativos de las políticas de Trump, que podrían agravar aún más la situación de los migrantes en la región.
Las políticas migratorias de Trump representan un reto significativo para Guatemala, tanto en términos económicos como sociales. Con deportaciones masivas, aranceles a las remesas y posibles separaciones familiares, el impacto será profundo en la población guatemalteca. Mientras tanto, las autoridades y los analistas del país deben prepararse para enfrentar este panorama incierto, buscando alternativas y soluciones para proteger los derechos de los migrantes y sus familias.
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