Con 122 votos a favor, el Congreso aprueba de urgencia una ley clave para promover la competencia y proteger a los consumidores.
Una maratónica sesión que se extendió desde la noche del martes 19 hasta la madrugada del miércoles 20 de noviembre. El Congreso de la República de Guatemala aprobó, con 122 votos a favor, la Ley de Competencia. Se considerada clave para promover una economía más eficiente y transparente. Esta ley fue aprobada bajo el decreto de urgencia nacional, lo que refleja la importancia que el legislativo le atribuye a la necesidad de reformar el entorno económico del país.
Un consenso urgente para la economía
La discusión en el Congreso se intensificó cuando el diputado Samuel Pérez, del partido Semilla, presentó una moción para modificar la agenda y, poco después, propuso que la iniciativa fuera considerada de urgencia nacional. Esta moción fue aprobada por 111 legisladores, permitiendo que el proceso de discusión y votación se acelerara.
La Ley de Competencia, identificada como Iniciativa 5074, fue inicialmente enviada a la Comisión de Economía y Comercio Exterior en octubre de este año, donde se realizaron importantes ajustes y enmiendas. Los congresistas de Semilla y Valor tuvieron diferencias sobre varios artículos de la propuesta, particularmente en lo referente a la aplicación de la ley y las sanciones a las prácticas anticompetitivas. Sin embargo, el 18 de noviembre la comisión dio su dictamen favorable después de llegar a un consenso sobre los ajustes planteados.
¿Qué busca la Ley de Competencia?
El objetivo principal de esta ley es fomentar la competencia dentro de los mercados y prevenir prácticas desleales que puedan dañar el bienestar de los consumidores guatemaltecos. Según el artículo 1 de la ley, esta legislación busca fortalecer la eficiencia económica y asegurar que los mercados funcionen correctamente para beneficio de la ciudadanía.
Con esta normativa, se establecen mecanismos para investigar, prevenir y sancionar prácticas anticompetitivas como el abuso de poder de mercado, los monopolios o las carteles empresariales, que son prácticas comunes en muchas economías. Se espera que, con la implementación de esta ley, las empresas tengan un entorno más equilibrado y los consumidores puedan beneficiarse de precios más competitivos, mejores productos y mayor innovación.
Además, la ley otorga a las autoridades guatemaltecas herramientas más eficaces para regular a las empresas que no cumplan con las normas de competencia, asegurando así una mayor transparencia en el mercado.
Repercusiones y desafíos
La aprobación de esta ley se da en un momento en el que Guatemala enfrenta importantes retos económicos, como el desempleo y la informalidad laboral, que limitan el crecimiento económico. Por ello, muchos expertos consideran que la Ley de Competencia puede ser un paso fundamental para mejorar la competitividad del país, facilitando la entrada de nuevos actores al mercado y reduciendo las barreras para pequeñas y medianas empresas.
Declaraciones Junta Directiva del Congreso, aprobación #LeyDeCompetencia https://t.co/ssyzOYKTB3
— Congreso Guatemala (@CongresoGuate) November 20, 2024
Sin embargo, los retos no terminan con su aprobación. A pesar de su importancia, la implementación efectiva de esta ley dependerá de la fortaleza institucional y de la autonomía de las autoridades encargadas de aplicar las sanciones. Los críticos señalan que en el pasado ha habido problemas con la falta de recursos y capacidad técnica en las instituciones encargadas de supervisar la competencia, por lo que será crucial dotar a estas entidades de los recursos necesarios para hacer cumplir la ley.
En resumen, la Ley de Competencia representa una oportunidad histórica para Guatemala. Su implementación no solo podría transformar el panorama económico del país, sino también mejorar la calidad de vida de los ciudadanos, asegurando que los mercados sean más transparentes, accesibles y justos para todos.