En un gesto desesperado ante la creciente ola de muertes de niños en Gaza, muchos padres están optando por escribir sus nombres en las manos de sus hijos para facilitar su identificación si fallecen en los bombardeos israelíes.
Esta práctica, que ha empezado a extenderse por todo el enclave palestino, es un reflejo de la creciente desesperación de los habitantes de Gaza, que viven bajo el asedio israelí.
Según los datos de la ONU, al menos 2,000 niños han muerto en la guerra de Gaza, que comenzó el 7 de octubre con un ataque de Hamas a Israel.
El sur de la Franja, donde se calcula que se ha desplazado más de un millón de personas desde el norte en busca de áreas más seguras, tampoco se libra de los bombardeos, que golpean a diario las zonas de Rafah y Jan Yunis.
La guerra en Gaza ha causado una grave crisis humanitaria en el enclave, donde la mitad de la población necesita ayuda humanitaria.
La comunidad internacional ha condenado los bombardeos israelíes y ha pedido un alto el fuego inmediato.