En el corazón de la emblemática Avenida Las Américas, zona 13, la Plaza Rubén Darío se posiciona como un referente de infraestructura verde en la Ciudad de Guatemala. EMPAGUA revitalizó este espacio público mediante la implementación de un Sistema Urbano de Drenaje Sostenible (SUDS), que gestiona eficientemente el agua de lluvia y, al mismo tiempo, da vida a un entorno natural vibrante.
Jardín polinizador: vida entre el concreto
El componente más destacado del proyecto es la incorporación de un jardín polinizador, un espacio diseñado para atraer y proteger especies fundamentales como abejas, mariposas y colibríes. Este jardín está compuesto por plantas nativas y ornamentales seleccionadas específicamente para ofrecer alimento y refugio a estos polinizadores, los cuales cumplen un rol vital en los ecosistemas urbanos.
A través de esta iniciativa, la plaza no solo embellece el paisaje, sino que contribuye al equilibrio ecológico y promueve una cultura de respeto hacia la naturaleza.

Tecnología natural que beneficia a la ciudad
El jardín polinizador, integrado al sistema SUDS, representa una solución innovadora que conecta la gestión del agua con la conservación del medio ambiente. Este modelo de infraestructura verde tiene múltiples beneficios para la ciudad:
- Prevención de inundaciones, al captar y retener el agua pluvial.
- Fomento de la biodiversidad urbana, mediante la atracción de fauna polinizadora.
- Educación ambiental, gracias a señalización informativa que sensibiliza a la población.
- Mejora del entorno urbano, con un espacio verde que brinda armonía y bienestar.
La Plaza Rubén Darío: un espacio para reconectar con la naturaleza
Este proyecto se enmarca en el Programa de Manejo de Recarga de Acuíferos (PMRA) y ha sido supervisado por el alcalde Ricardo Quiñónez. Con esta acción, EMPAGUA demuestra su compromiso con la innovación y la sostenibilidad, al construir soluciones resilientes frente a los desafíos del cambio climático.
La Ciudad de Guatemala invita a vecinos y visitantes a disfrutar de la experiencia que ofrece la renovada Plaza Rubén Darío. Es un ejemplo de cómo la naturaleza puede integrarse al entorno urbano de forma eficiente y significativa. Con cada flor, cada zumbido y cada gota de lluvia aprovechada, esta plaza se convierte en un símbolo del camino hacia una ciudad más verde, consciente y sostenible.





