El 8 de junio de 2025, un grupo de policías estatales de Chiapas ingresó sin autorización al territorio de Guatemala durante una persecución armada contra presuntos miembros del crimen organizado. La acción se produjo en el marco de una serie de operativos de seguridad desplegados tras el asesinato de cinco agentes estatales, ocurrido días antes en la región fronteriza. Tras los hechos, el gobierno de México ofreció una disculpa formal a Guatemala por la incursión no autorizada.
Durante la operación, elementos de la Fuerza de Reacción Inmediata Pakal cruzaron al municipio de La Mesilla, en el departamento de Huehuetenango, mientras perseguían a individuos vinculados al narcotráfico. El tiroteo se extendió varios minutos en suelo guatemalteco, generando alarma entre la población local y captado en videos que se viralizaron en redes sociales.
Guatemala reacciona con protesta diplomática
El Gobierno de Guatemala presentó una nota de protesta diplomática al considerar que el ingreso de los policías mexicanos constituyó una violación a su soberanía. Según autoridades guatemaltecas, el operativo se desarrolló sin previa coordinación ni comunicación, lo que puso en riesgo a civiles y a elementos de sus propias fuerzas de seguridad.
Además, se reportó que un miembro del ejército guatemalteco resultó herido durante el intercambio de disparos. La falta de intervención por parte de las autoridades locales fue justificada como una medida para evitar un enfrentamiento mayor y proteger a la ciudadanía de la zona.
México reconoce el error y ofrece disculpas a Guatemala
En respuesta al incidente, la Secretaría de Relaciones Exteriores de México envió una nota diplomática el 10 de junio en la que ofreció disculpas formales al Gobierno de Guatemala. El documento reconoció que el ingreso de los policías estatales ocurrió sin autorización y reafirmó el respeto de México al derecho internacional y a la soberanía territorial guatemalteca.
El Gobierno mexicano también informó que colaborará en las investigaciones correspondientes y se comprometió a sancionar a los responsables. Asimismo, se anunció el fortalecimiento de los protocolos de coordinación fronteriza para evitar situaciones similares en el futuro.

La incursión ocurrió en un contexto de alta tensión en la región fronteriza entre Chiapas y Guatemala, donde operan grupos del crimen organizado como el Cártel de Sinaloa y el Cártel Jalisco Nueva Generación. Grupos criminales han protagonizado enfrentamientos, han provocado desplazamientos forzados y han cometido asesinatos en la zona para controlar las rutas del narcotráfico.
Las autoridades estatales lanzaron el operativo como parte de su respuesta al asesinato de cinco policías, cuyos cuerpos hallaron calcinados días antes.





