En una nueva medida de repatriación, el gobierno de Estados Unidos ha comenzado a utilizar aviones militares para deportar a migrantes a Guatemala. La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, confirmó este viernes que los vuelos de deportación de indocumentados han comenzado como parte de las políticas más estrictas de inmigración impulsadas por el presidente Donald Trump.
Vuelos de deportación: migrantes a Guatemala
El primer vuelo de deportación partió el jueves por la tarde desde el aeródromo militar de Biggs, en El Paso, Texas, con destino a Guatemala. Según fuentes cercanas a la operación, el avión, con capacidad para 81 personas, transportaba entre 75 y 80 migrantes. Estos migrantes habían ingresado a Estados Unidos de manera ilegal y ahora son deportados como parte de los esfuerzos de control fronterizo.
Karoline Leavitt, en su publicación en la red social X, subrayó que esta acción tiene como objetivo enviar un mensaje claro y contundente: “Si entras ilegalmente en Estados Unidos, te enfrentarás a graves consecuencias”, indicó.
Medidas adicionales en la frontera de EE.UU.
Mientras tanto, las autoridades han intensificado las medidas de seguridad en la frontera sur. Agentes militares están colocando alambrado alrededor del puerto de entrada de Ysleta, en El Paso, Texas, en un esfuerzo por fortalecer la seguridad y evitar el cruce ilegal de migrantes.
Este endurecimiento de las políticas migratorias y la repatriación de migrantes a Guatemala es parte de la estrategia del gobierno de EE.UU. para frenar la inmigración ilegal y reforzar el control en sus fronteras. Con estas medidas, se espera que otros vuelos de deportación sigan operando en los próximos días, transportando a más migrantes hacia sus países de origen.
Impacto en los migrantes a Guatemala
La repatriación de migrantes a Guatemala representa una serie de desafíos para aquellos que han sido deportados. Muchos de ellos habían viajado largas distancias, enfrentando peligros y sacrificios con la esperanza de una vida mejor en los Estados Unidos. Ahora, con estas nuevas deportaciones, deberán regresar a un país que enfrenta sus propios desafíos económicos y sociales.
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