La dictadura de Justin Trudeau, intenta cortar la financiación de las protestas
El Presidente de Canadá, Justin Trudeau, se ha mostrado como un progresista posmoderno que a las primeras grandes presiones sociales dejó ver su carácter dictador para imponer el pensamiento único, el de la agenda globalista.
Justin Trudeau, se encuentra tan convencido de que lo que piensa es correcto, que no admite ninguna otra interpretación de la realidad, lo que lo ha convertido en un autócrata.
El primer ministro incluso ha amenazado con congelar las cuentas bancarias de los manifestantes, usando el poder del Estado para aplastar los derechos humanos, lo que deriva, en destruir la micro-economía, desquiciar la infancia de millones, y por supuesto, generar airadas reacciones sociales.
Trudeau quiere imponer el pasaporte de vacunación, que es discriminatorio, fascista como inútil, ya que los vacunados también se infectan de COVID-19 y pueden por lo tanto transmitir el virus a otras personas.
Los traileros en Canadá representan solo el inicio de un gran movimiento patriota y anti-globalismo.
El movimiento de los traileros, es la protesta de derechos humanos más exitosa en una generación, está conformada no sólo por miembros de este oficio, sino por decenas de miles de opositores al progresismo de Trudeau, y admiradores de Trump.
El Presidente Trudeau ha declarado estado de emergencia ante los rallys y bloqueos de los manifestantes que luchan por la libertad de vacunarse o no, y de tener libre tránsito para vender sus productos.
Algunos de los líderes de las protestas han señalado que su manifestación no se detendrá hasta que se retiré el carácter obligatorio de las restricciones, o bien, incluso hasta que Trudeau renuncie.
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